Los dos mayores retos y logros de Jorge Bravo, Jefe de Logística y Espacios de la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia, han sido la optimización de los recursos de la universidad, tanto de tecnologías AV como de otros elementos operativos, así como la construcción de la credibilidad y confianza sobre temas de AV con los directivos de la institución.
Jorge Bravo, Jefe de Logística y Espacios de la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia
Jorge es ingeniero industrial de la Universidad Santiago de Cali, con una especialización en Gerencia de Proyectos y un MBA con énfasis en el área financiera. Anteriormente, también estudió una carrera técnica en Gestión de la Producción en el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje de Colombia).
Aunque la experiencia de Jorge no inició en el ámbito audiovisual ni educativo, sus conocimientos en automatización de procesos para la industria manufacturera fueron la piedra angular para comenzar un proceso de mejoramiento y optimización en estos ocho años que lleva trabajando para la Universidad.
“Cuando llegué a la Universidad traía conmigo una experiencia de doce años en la industria de manufacturas. Allí realicé procesos de automatización, pero claramente éstos se realizan de forma muy diferente a la industria AV”, explica. “El cargo en la Universidad inicialmente tenía un enfoque diferente, durante unos cuatro años no tenía nada que ver con diseño audiovisual o automatización. Yo administraba los espacios”, recuerda Jorge.
Entre los primeros hallazgos de Jorge fue que las aulas “tenían muchas deficiencias en equipos”, y su personal a cargo “se la pasaba corriendo de un salón a otro” llevando equipos como proyectores y computadoras para cada clase, “cosas que a mi modo de ver eran muy fáciles de administrar; yo veía el desgaste del personal, el gasto de dinero, la dificultad del control de inventario, así que lo primero que hice fue dejar todas las aulas equipadas con computadora y proyector”.
Como resultado, para 2018 la Universidad contaba con 208 salones equipados con un proyector o televisor, computadora y sistema de audio.
Superando los errores del pasado
Como es habitual al comenzar un proceso de cambios, Jorge encontró resistencia, por lo que necesitó de todo el apoyo de la Vicerrectoría. Así, su primer paso fue implementar un modelo de eficiencia que había usado en la industria de manufactura llamado OEE (Overall Equipment Eficiency), pero adaptado al ámbito de la Universidad.
Gracias a la implementación de este modelo, Jorge comenzó a tener un mejor entendimiento sobre cuáles eran las necesidades reales en tecnología AV que tenían, además de conocer sus diferencias: “me acerqué a los proveedores, comparé fichas técnicas, establecí tablas de ponderación para elegir finalmente los equipos”, explica.
Bravo reconoce que se cometieron errores importantes en los primeros proyectos de automatización, ya que como lo menciona, el proyecto completo fue entregado a un integrador y sólo se le indicó el presupuesto, pero nunca hubo un modelo para medir la efectividad de la propuesta, por lo que este proyecto fracasó.
Con la llegada de Jorge a la Universidad, se comenzaron a realizar automatizaciones en pequeñas áreas, como un auditorio. Este proyecto estaba en manos de otra área de la institución, pero las directivas determinaron que sería Jorge quien daría el visto bueno para la propuesta. “Fue en 2015 cuando comenzaron a delegarme este tipo de proyectos. Después de investigar y reunirme con proveedores, llegamos a un excelente producto que se ejecutó con US$137.000, cuando inicialmente se había proyectado invertir US$350.000”.
Educar a proveedores y directivas sobre las necesidades AV
Como Jefe de Logística y Espacios, Jorge es responsable de reunirse con los proveedores y aclarar “qué es lo que prentende lograr” a la hora de realizar un nuevo proyecto. Un aspecto clave para él es “no dejar elementos abiertos o al azar” y preguntarse siempre si la solución que el proveedor está ofreciendo verdaderamente es útil, si se va a usar adecuadamente y cuánto tiempo es su vida útil.
Como una entidad que invierte sumas significativas en nuevos equipos cada año, la Universidad ha construido fuertes vínculos con proveedores, integradores y fabricantes. Jorge es así el punto de contacto entre ellos y la institución, por lo que sabe bien como mejorar la forma de hacer negocios entre cliente e integrador.
Al preguntarle qué deberían tener en cuenta los proveedores al presentar una propuesta, Jorge comenta: “mi consejo es que se aproximen a la necesidad y a quienes usarán el espacio y la tecnología, y no basarse tanto en lo que quien maneja el dinero o quien toma la decisión quiera o se imagine”.
Jorge enfatiza que muchas veces la solución a lo que espera el cliente no llega ‘por arte de magia’, es importante llamar y consultar a las fuentes, porque quien verdaderamente conoce lo que se necesita en un proyecto, es el usuario final del equipo, en el caso de la Universidad, los profesores e incluso estudiantes. Asimismo añade que al cliente tomador de la decisión también hay que “darle gusto” integrando elementos y funcionalidades que espera encontrar, por lo que un paso necesario es “explicar, en una reunión y de forma rápida y dinámica, la funcionalidad de la solución y qué pueden lograr con ella instalada”. Esto facilitará enormemente las aprobaciones y pagos, en la experiencia del ingeniero.
La tecnología AV en el sector educativo
Aunque Jorge reconoce que la Universidad del Rosario se encuentra, en términos de inversión funcional en tecnología AV, por encima de muchas universidades en Colombia y otros países, también es consciente que “aún falta mucha inversión”. Aun así, él expresa que debido a que las universidades en general disponen de mucho capital, “empiezan a invertir grandes cantidades en forma de ensayo y error, causando que pierdan mucho dinero”.
“Nosotros procuramos que todo sea funcional, que nada se pierda. ¿Qué nos falta? Llegarle al docente y a los estudiantes para que saquen más provecho de la tecnología, y esto no solamente nos aplica a nosotros, sino a todas las instituciones educativas”, explica.
Para Jorge Bravo, AVIXA tiene un papel fundamental en el fortalecimiento del uso de la tecnología AV para el sector. Para él existe un gran vacío en la “profesionalización”, por lo que la mayor ayuda que AVIXA presta a los actores de este segmento es mediante capacitación, de forma tal “que le permita a los equipos de trabajo volverse autónomos, que sepan lo que necesitan y qué recibirán al pedirlo.
