Uso de Los Estándares Audiovisuales Para Crear Mejores Experiencias
La diseñadora de sistemas audiovisuales, Bonnie J. Metro, tiene una perspectiva única sobre la experiencia del usuario y la importancia de los estándares audiovisuales. Durante la primera mitad de su carrera profesional, se desempeñó como usuaria y contrataba a diseñadores e instaladores AV para prestar servicios a una institución financiera en la que trabajó durante más de 20 años. En 2017 cambió de rumbo, con un nuevo puesto como diseñadora de sistemas AV para Innovative Technology Design Group (ITDG), un grupo de diseño tecnológico multidisciplinario en la firma de arquitectura e ingeniería internacional DLR Group.
Su trabajo implica “trabajar en colaboración con el arquitecto para crear un espacio sostenible y aprovechable que eleve la experiencia del usuario final” en proyectos como museos, instituciones de jardín de infantes a 12.° grado, universidades, estadios, así como en espacios culturales y de artes escénicas. ITDG brinda apoyo y asesora a las 30 oficinas nacionales e internacionales de la empresa.
“Me incorporé al diseño después de haber vivido la experiencia durante años de lo que significa ser el usuario final, de manera que poseer ese conocimiento icomo cliente aporta una perspectiva diferente con respecto al diseño y ayuda a enfocarse en la industria AV: dónde hemos estado, dónde estamos ahora y hacia dónde nos dirigimos”, afirma.
Para Metro, utilizar estándares en el diseño AV es una parte fundamental de su trabajo y con frecuencia recurre a los estándares de AVIXA cuando crea diseños para sus clientes. “Cada cliente es diferente, y todos perciben las cosas de un modo distinto, de manera que al crear estos estándares, AVIXA define cuál debe ser el resultado final en lugar de especificar exactamente cómo hacerlo”, declara.
“Los estándares proporcionan una forma de mantener la flexibilidad y al mismo tiempo lograr uniformidad, además de ofrecer contenido con evidencia sobre cómo debemos trabajar”, continúa. “No limitan la creatividad de una persona en cuanto a cómo alcanzar el resultado final; en cambio, proporcionan una forma de medir y los parámetros matemáticos que son necesarios para realizar la tarea, además de igualar las condiciones para todos”.
El hecho de tener una generación que ingresa al lugar de trabajo y que creció con YouTube —dice— trae aparejada la expectativa de que las personas serán observadas y escuchadas. “En todos los lugares a los que vamos, nos bombardean con un mensaje visual o auditivo. Lo que hace 20 años era un lujo ahora es esencial y común en el mundo de los negocios”, comenta. “Esa música o esa imagen animada tiene que llegar ahí de alguna manera, alguien la diseña. Para las imágenes en 2D, existe un estándar. Para la proporción de contraste de la imagen proyectada, existe un estándar. Para la manera de ensamblar todas las piezas de un estante, existe un estándar, porque toda la increíble señalización de la parte lateral de un edificio se proyecta desde algún lugar: probablemente desde un estante en un armario, que debe diseñarse y etiquetarse de manera eficiente.
“Todo se reduce a lo que hacemos como industria para la creación de contenido orientado a resultados para lugares comerciales. Para el usuario final o transeúnte, eso es invisible. Pero al mismo tiempo, no existen límites a la creatividad en relación con cómo se obtiene ese producto final”.
Señala varios estándares que utiliza regularmente, incluidos Projected Image System Contrast Ratio, Audio Coverage Uniformity in Listener Areas, Audiovisual Systems Energy Management e AV Systems Performance Verification.
“La sola idea de estandarización está aumentando la eficiencia”, afirma. “Estamos al borde del precipicio de una revolución en diseño AV, con conceptos como diseño de ciudades inteligentes, inteligencia artificial, informática cuántica y ancho de banda 5G, y a medida que estos conceptos se implementen en los próximos cinco años, estos estándares nos permitirán llegar más lejos y más rápido juntos.
“¿Cómo nos adaptaremos y cambiaremos? Sin estándares y sin la globalización de la tecnología, podríamos obtener un resultado muy desigual. La inversión en el uso de estándares audiovisuales profesionales implica transmitir expectativas uniformes que generen una mejor experiencia”.
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